Organizaciones internacionales reclamaron una mayor regularización de las plataformas de comercio en el marco de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) que se celebra en Panamá.

Organizaciones internacionales buscan prohibir el tráfico mundial de especies salvajes en internet, que se convirtió en «el mercado más grande del mundo», y reclamaron una mayor regularización de las plataformas de comercio en el marco de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) que se celebra en Panamá.
La iniciativa fue presentada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) junto a ONGs y se espera que cuando finalice la cumbre hoy el comercio de numerosas especies quede prohibido o fuertemente restringido, informó la agencia AFP.
Sin embargo, desde las organizaciones consideraron que es necesario «ir más lejos» y obligar a «las plataformas a retirar sus contenidos imponiendo penalizaciones elevadas», dijo Lionel Hachemin, director de proyectos del Fondo Internacional para la Protección de los Animales (IFAW).
Entre 2016 y 2021, Hachemin siguió en Francia los anuncios de especies animales ilegales publicados en sitios de comercio electrónico y contabilizó más de 1.800 avisos que vendían felinos manchados, tortugas mediterráneas o guacamayos coloridos.
Además, el plenario de la COP19 decidió casi por unanimidad, con la reserva de Japón, regular el tráfico de 54 especies de las familias de tiburones réquiem y tiburones martillo, los más traficados como ingrediente de sopa de aleta.
«Queda aprobada la propuesta 37 sobre protección al tiburón réquiem», anunció la presidenta del plenario de la cumbre, la panameña Shirley Binder, luego de que Japón expresara sus reservas y pidiera excluir al tiburón azul de la medida, sin que ningún otro país apoyara su reclamo.
Acto seguido, la propuesta 38 de protección al tiburón martillo fue aprobada por unanimidad, sin debate.
Binder declaró que la aprobación de la protección de ambas familias de tiburones sería «una decisión histórica».